jueves, mayo 18, 2006

Letras rojas

Mikel era el padre. Él sostenía el libro.
Alaitz estaba sentada a la izquierda y Aner a la derecha... del padre
El libro tenía letras muy grandes y dibujos muy pequeños. Era un libro de ver y leer.
Aner había dicho que aquel era un libro muy importante.

-Aita, este es un libro muy importante. Tiene letras rojas. ¿Pone mi nombre?

Alaitz miraba fijamente al suelo. El suelo era de cuadritos de madera. Había un cuadrito que tenía un raja, y en la raja una hormiga. A Alaitz le gustaba el libro porque daba aire.

-Aita, este es un libro muy importante. Cuando pasas las hojas da aire.

El padre leía declamando todas las letras sin descanso. También las rojas.
El padre leía reclamando toda la atención sin descanso. También pasaba las hojas.

-Mikel, lleváis ya tres horas. Deja un rato a los críos. Ya aprenderán
-Van retrasados. No quiero que digan que los hijos del padre no pueden seguir al resto.
-Pero míralos. Están agotados. Ya querrán hacerlo algún día.... Míralos, tienen los ojos rojos.
-Claro. Claro que tienen los ojos rojos. Llevo un mes trabajando este libro. Y hoy ya están a punto de romper a.....leer.